Agustín Bravo, el rafaelino que brilla en Rosario Central: “Me sentía preparado para jugar en Primera y no lo dudé"

Agustín Bravo, futbolista oriundo de Rafaela, atraviesa un presente prometedor en Rosario Central. Con contrato vigente hasta 2026, el joven zurdo ya sabe lo que es jugar clásicos rosarinos, vivir el fervor de los hinchas y adaptarse al exigente ritmo de la Primera División.

En diálogo con Radio Rafaela, “el Zurdo” Bravo habló de su recuperación, su día a día en Rosario y el sueño de seguir creciendo con la camiseta “canalla”.

Luego de una lesión que lo mantuvo alejado de las canchas durante parte del año pasado, Agustín se mostró completamente enfocado en recuperar su lugar: “Gracias a Dios fue una buena recuperación y pasó rápido. Ya lo dejé atrás y estoy metiéndole con todo”.

Actualmente entrena en Rosario Central, en el predio de Arroyo Seco, junto a otros compañeros con quienes comparte traslados, mates y charlas: “Vamos rotando el auto, hacemos el viaje más ameno y seguimos construyendo ese vínculo que también se nota en la cancha”.

En la charla con Radio Rafaela Agustín destacó el valor del plantel y del cuerpo técnico: “Me han tocado dos cuerpos técnicos de mucha experiencia y aprendí mucho en poco tiempo. Además, el grupo humano es excelente, me trataron muy bien desde que llegué”.

En el club comparte plantel con otros santafesinos como Axel y Enzo, con quienes ya tenía vínculo previo: “Ellos me ayudaron bastante en la adaptación”.

El fuego del clásico rosarino

Uno de los momentos más intensos que le tocó vivir fue participar del clásico ante Newell’s: “Jugar ese partido es algo único. La gente lo vive con una locura hermosa. Me tocó ir dos veces de visitante y nos siguieron hasta casi el estadio. Ganar un clásico allá fue inolvidable”.

Bravo recordó, entre risas, cuando se llevó una bandera de recuerdo: “Quedó ahí y me la traje. Después la dejamos en el vestuario. Son cosas que te marcan”.

Consciente de la competencia interna, “El zurdo” mantiene los pies sobre la tierra: “Todavía no hablé con nadie del club sobre mi futuro, pero mi idea es volver de las vacaciones y ganarme minutos. Escuchar, aprender y seguir creciendo”.

Instalado en Rosario frente al Shopping del Alto, dice sentirse cómodo con la vida y los desafíos que implica vestir la camiseta de un grande: “Desde que se dio la oportunidad no lo dudé. Quería jugar en Primera y Rosario Central venía de salir campeón, jugaba la Libertadores… Era todo hermoso para ir”.

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