“Franco Lalapinto”: el tierno apodo que le puso la hija de Nico Hülkenberg y que se volvió viral
Un video de Noemi Sky Hülkenberg, la hija del piloto de F1 Nico Hülkenberg, se volvió sensación al rebautizar con humor y cariño al argentino Franco Colapinto como “Franco Lalapinto”. El momento conmovió a los fanáticos y generó una ola de memes y mensajes en redes.
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A veces, los grandes momentos del automovilismo no surgen del rugir de los motores ni del brillo de un trofeo, sino de la ternura más inesperada. Así ocurrió con Noemi Sky Hülkenberg, hija del piloto alemán Nico Hülkenberg, protagonizó un video viral.
Mientras se calentaban los motores de la F1, en casa, Noemi jugaba a ser periodista con un micrófono de juguete. La pequeña, nacida en 2021 fruto de la relación del piloto con la diseñadora lituana Egl Ruškyt, repasaba con sorprendente precisión los nombres de los competidores de su papá.
📹 El momento viral: “Franco Lalapinto”
Todo parecía una simpática demostración de fanatismo, hasta que llegó el momento de nombrar a Franco Colapinto. Con desparpajo y espontaneidad, Noemi lo rebautizó como “Franco Lalapinto”, provocando la risa de su familia y la rápida difusión del video en redes sociales.
La ocurrencia de la niña conquistó a los seguidores del piloto argentino, que no tardaron en llenar internet de memes y mensajes de ternura. “Lalapinto” se convirtió en tendencia, y hasta muchos pidieron que el apodo quede como marca registrada.
Mirando a papá
Este fin de semana en el GP de Silverstone, una de las reacciones más emotivas que causó revuelo en redes sociales fue la de Noemi, quien dejó ver su emoción tras el podio de Hulkenberg.
En el video se puede ver a la pequeña parada frente al televisor y brincando con las manos arriba en el momento en que Niko recibió su premio tras terminar en el podio junto a Lando Norris y Óscar Piastri.
🚀 Colapinto, entre el talento y el cariño del público
Franco Colapinto, piloto de Alpine y una de las grandes promesas argentinas en la F1, sigue acumulando admiración por su rendimiento en la pista. Pero esta vez, el cariño llegó de la manera más inesperada, demostrando que en la Fórmula 1 no todo es velocidad: un micrófono de juguete y la inocencia de una niña pueden robarse el corazón de todos.
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