Jenni Hermoso apelará la sentencia contra Luis Rubiales por el "beso no consentido" y recibe el apoyo de la AFE
La futbolista y su defensa buscan una pena más severa tras la condena al ex presidente de la RFEF.
El caso Rubiales aún no ha llegado a su fin. Luego de que la Audiencia Nacional condenara al ex presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) a una multa de 10.800 euros por el "beso no consentido" a Jenni Hermoso, pero lo absolviera del delito de coacciones, la futbolista y su equipo legal anunciaron que apelarán la decisión.
Hermoso y su defensa habían solicitado una condena de dos años y seis meses de prisión para Rubiales: un año por agresión sexual y un año y medio por coacciones. Ante el fallo del tribunal, consideran que la sanción impuesta no es suficiente y presentarán un recurso en los próximos días.

Apoyo de la AFE y nuevas apelaciones
La Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) manifestó su respaldo a la jugadora y también apelará la sentencia, sumándose al pedido de una resolución más severa. Según los plazos legales, la apelación deberá presentarse dentro de los diez días posteriores a la notificación del fallo.
Por su parte, la Fiscalía, que había solicitado una condena de un año y medio de prisión para Rubiales y otros acusados por coacciones, también recurrirá la decisión con el objetivo de endurecer la sentencia.
Mientras tanto, el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) rechazó el recurso que Luis Rubiales presentó contra la FIFA, lo que ratifica las sanciones impuestas previamente por el organismo rector del fútbol mundial.
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Los fundamentos del fallo
El juez José Manuel Fernández-Prieto determinó que Rubiales era culpable de agresión sexual y le impuso una multa de 10.800 euros, además de prohibirle acercarse a Hermoso a menos de 200 metros o comunicarse con ella durante un año. También deberá pagar 3.000 euros por daños morales.
Sin embargo, lo absolvió del delito de coacciones, al considerar que no quedó demostrada la existencia de violencia o intimidación contra la jugadora y su entorno.
En la sentencia de 36 páginas, el magistrado argumentó que el beso “fue un acto esporádico” que no requirió de una rehabilitación específica y que la multa representaba una sanción de menor gravedad en comparación con la prisión. Asimismo, sostuvo que Rubiales no se aprovechó de su posición de poder sobre la futbolista y que la acción se dio en un contexto de "euforia" tras la conquista del Mundial Femenino, aunque reconoció que el acto fue "reprochable".
Con las apelaciones en marcha, el caso sigue abierto y podría derivar en un nuevo fallo con consecuencias más severas para el ex presidente de la RFEF.
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