Jerónimo y Camilo, muertes inesperadas en quirófano: dos tragedias que conmueven al deporte argentino
Jerónimo Fernández Bobbio, rugbier santafesino, y Camilo Nun, futbolista bonaerense, murieron durante intervenciones quirúrgicas programadas y sin riesgo aparente. Ambos tenían menos de 20 años. Las familias buscan respuestas y la Justicia aún no define responsabilidades.
En apenas un mes, el deporte argentino fue golpeado por dos tragedias difíciles de asimilar. Jerónimo Fernández Bobbio, jugador de rugby del club santafesino CRAI, y Camilo Nuin, futbolista de las inferiores de San Telmo, murieron en circunstancias similares: mientras eran operados por lesiones deportivas que, en principio, no implicaban riesgo de vida.
Ambos jóvenes deportistas, de apenas 19 y 18 años respectivamente, ingresaron al quirófano con diagnósticos claros, cuerpos sanos y con la ilusión de regresar pronto a la cancha. Pero algo falló, y la pregunta se repite en cada entorno familiar y deportivo: ¿cómo pudo pasar?.
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El caso de Jerónimo: conmoción en Santa Fe
Jerónimo Fernández Bobbio, surgido de las inferiores del Club de Rugby Ateneo Inmaculada (CRAI), se había fracturado la clavícula y el hombro en un partido disputado en Rafaela. Fue derivado al Hospital Italiano de Rosario, donde el lunes 28 de julio fue intervenido quirúrgicamente.
Durante la operación, se habría producido una lesión arterial grave. El joven fue trasladado a terapia intensiva, donde falleció al día siguiente. Si bien el hospital aún no emitió un parte oficial, versiones extraoficiales aseguran que no hubo un corte accidental de arteria, aunque los detalles siguen siendo confusos.
Hasta el momento, no se confirmó la apertura de una causa judicial, aunque el impacto del caso podría activar una investigación formal.
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Camilo Nuin: anestesia bajo sospecha
El antecedente más cercano ocurrió apenas un mes antes, el 25 de junio, cuando Camilo Nuin, futbolista de 18 años de las divisiones inferiores de San Telmo, falleció durante una cirugía de ligamentos y meniscos.
Según los primeros resultados de la autopsia, habría habido una falla relacionada con la anestesia general. La causa judicial, caratulada como "homicidio culposo", avanza lentamente. Se están tomando declaraciones a los profesionales presentes en el quirófano, pero no hay imputados ni conclusiones firmes hasta el momento.
Lo que une ambas historias no es solo la juventud de las víctimas, sino el escenario: una cirugía programada, un entorno hospitalario controlado, y un protocolo médico que, supuestamente, debía minimizar cualquier riesgo.
En ambos casos, las familias recibieron un primer mensaje casi idéntico: "Se complicó, lo están reanimando." Luego, la peor noticia.
Ni Jerónimo ni Camilo presentaban enfermedades preexistentes ni factores de riesgo. Se trataba de operaciones comunes dentro del deporte profesional y amateur. Su fallecimiento, inesperado y brutal, deja un dolor profundo en sus entornos y una sombra sobre la práctica médica que ahora deberá ser revisada.
Silencio institucional y necesidad de respuestas
Ni el Hospital Italiano de Rosario ni el sanatorio donde fue intervenido Camilo Nun emitieron informes médicos detallados. Las familias aguardan explicaciones y la Justicia intenta reconstruir qué ocurrió realmente en esos quirófanos.
La falta de información oficial genera angustia y suspicacia. ¿Se trató de errores humanos? ¿Hubo negligencia? ¿O fue una sucesión trágica de factores imprevistos?
Por ahora, las certezas son pocas, pero el reclamo de verdad y justicia comienza a sonar más fuerte.
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