Nicolás Blanco y un nuevo sueño internacional: “Queremos traer la victoria para Rafaela y para Argentina”

El boxeador rafaelino Nicolás Blanco se prepara para una nueva oportunidad en el exterior que lo enfrentará con el invicto Ben Marksby, representante del Reino Unido.

Con la ilusión intacta, Blanco viajará este viernes 6 de junio a Reino Unido al Utilita Arena Newcastle para disputar una pelea internacional que representa mucho más que un combate arriba del ring: es el fruto de años de sacrificio, esfuerzo y pasión.

Un rival duro, una preparación a conciencia

“Después de la pelea que hicimos en febrero sabíamos que, si ganábamos, se iba a abrir una puerta afuera. Se cayó una pelea, pero apareció esta nueva oportunidad y no la vamos a desaprovechar”, explicó el boxeador a Radio Rafaela.

Sobre su contrincante, Ben Marksby, detalló que “es un boxeador muy bueno, con experiencia olímpica y un récord de 11 peleas invicto, una de ellas ganada por nocaut. Ya miramos entre cinco y seis peleas suyas para analizar cómo y por dónde atacarlo”.

Una vida de lucha adentro y afuera del ring

No es la primera vez que Nicolás pelea fuera del país, pero esta vez llega con otra preparación. “En mi primera experiencia internacional, me avisaron un miércoles para viajar el lunes, y tuve que bajar 9 kilos en una semana para pelear por un título mundialista. Fue una locura, pero lo hicimos”, recordó.

Esta vez, asegura estar mejor preparado física y mentalmente: “Siempre vuelvo con la frente en alto. Esta vez vamos con una nueva ilusión. Queremos traer la victoria para Rafaela y para Argentina”.

“Detrás de todo esto hay un sacrificio enorme”, contó con sinceridad. Y aunque evita entrar en cuestiones políticas, no dejó de señalar la falta de apoyo institucional: “No hablo solo de plata. Necesitamos psicólogos, nutricionistas, un equipo que te acompañe. Hay mucha gente que me ayuda de corazón, y a ellos les estoy profundamente agradecido”.

También hizo un llamado a las autoridades: “Saben dónde estamos, que se acerquen al gimnasio. Tenemos muchos chicos que podrían estar en la calle, pero eligen entrenar. Eso es lo que más orgullo nos da”.

Un semillero lleno de historias y esperanza

Nicolás entrena a unos 25 niños de entre 8 y 12 años, además de adolescentes y jóvenes. “Atrás de cada uno hay una historia, muchas muy tristes. Nosotros tratamos de ayudar con lo que se puede, contener, darles un lugar”, señaló.

“El gimnasio está lleno de sueños. Ojalá, aunque sea uno, dos o tres de estos chicos puedan seguir este camino. Pero lo importante es que estén adentro, que estén enfocados, que tengan una oportunidad”, concluyó.

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