En una noche llena de emoción y suspenso, los Chicago Bulls protagonizaron uno de los finales más sorprendentes de la NBA al vencer a los Los Angeles Lakers 119-117 en el United Center. 

El encuentro, que parecía decidido a favor de los Lakers con solo 12.6 segundos restantes en el reloj, se transformó en un desenlace épico gracias a un impresionante triple de Josh Giddey sobre la chicharra.

Cuando todo indicaba que el equipo de Los Angeles había sellado su victoria, liderando por 115-100, Chicago sorprendió al mundo con una secuencia que quedará en los libros de historia. Primero, Patrick Williams encestó un triple a diez segundos del final. Luego, Giddey, quien fue la gran figura de la noche con un triple-doble de 25 puntos, 14 rebotes y 11 asistencias, robó un pase errático de LeBron James y asistió a White, quien anotó otro triple para poner a los Bulls arriba 116-115.

Sin embargo, la respuesta de los Lakers fue inmediata. Austin Reaves anotó una bandeja que volvió a poner a los Lakers por delante, 117-116, con solo tres segundos por jugarse. Pero el último suspiro del partido sería para Giddey, quien desde la media cancha lanzó un tiro limpio que entró al aro, desatando la euforia en el United Center.

La magia de Giddey y un triunfo para la historia

Con este último tiro, los Chicago Bulls consiguieron una victoria que parecía imposible, mientras Josh Giddey vivió una de las noches más memorables de su carrera, tanto por su rendimiento estadístico como por su aporte en los momentos decisivos. Este triunfo no solo fue un espectáculo para los fanáticos de los Bulls, sino que se ha convertido en uno de los episodios más virales de la temporada de la NBA.

Este increíble desenlace resalta la magia de la NBA, donde los partidos pueden cambiar en cuestión de segundos, y demuestra la importancia de nunca rendirse hasta el último minuto. Con la victoria, los Chicago Bulls siguen demostrando que, a veces, lo impensado es posible.