Una vez más, la violencia volvió a manchar el fútbol local. Este domingo por la tarde, el clásico entre Ferrocarril del Estado y Peñarol, correspondiente a la 4ª fecha del Torneo Apertura de Primera A, terminó suspendido por incidentes dentro y fuera del campo de juego.

El partido, que se jugaba con normalidad en cancha de Ferro, se quebró a los 36 minutos del segundo tiempo, cuando Rabellino convirtió el gol del empate para el local desde el punto penal. Tras el festejo, una supuesta provocación del delantero hacia la hinchada visitante desencadenó la reacción inmediata del arquero de Peñarol, Joaquín Pinzano, y de varios de sus compañeros, lo que dio inicio a una serie de empujones y agresiones entre futbolistas.

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El caos escaló rápidamente: hinchas de ambos equipos invadieron el terreno de juego y se enfrentaron en medio de un clima de tensión extrema. La Policía debió intervenir utilizando balas antitumulto para disuadir a los involucrados y desalojó el estadio separando a las parcialidades por sectores opuestos.

Los árbitros y delegados de Liga Rafaelina de Fútbol decidieron dar por suspendido el encuentro, a la espera de los informes disciplinarios correspondientes.