"Homo argentum", Francella y 16 personajes para pensar la Argentina de hoy
La nueva película de Cohn y Duprat se estrena el 14 de agosto. Entre el grotesco y la tragedia, se anima a tocar fibras íntimas de la argentinidad. Lo hace con una estructura episódica que retoma la tradición del cine italiano de los ‘60 y ‘70.
"Homo Argentum", el nuevo largometraje protagonizado por Guillermo Francella y dirigido por Mariano Cohn y Gastón Duprat es un sondeo (a la luz de los antecedentes de los directores, lo podemos intuir ácido) sobre las múltiples caras, positivas y negativas, de la argentinidad.
Con un formato poco común (son 16 viñetas autónomas de entre 1 y 12 minutos, todas interpretadas por Francella) se inscribe en la tradición del retrato satírico de la condición humana, esta vez desde lo fragmentario. Algo parecido a lo que había hecho Damián Szifrón en "Relatos salvajes".
Para lograr este trabajo, los dos directores hurgan en el cine argentino contemporáneo, pero sobre todo en el cine italiano que hace más de medio siglo ya se atrevía a lo mismo.
De la risa al espanto
"Los Monstruos" (1963) fue, en su momento, una cachetada con tono de farsa. Dirigida por Dino Risi el film estaba compuesto por 20 segmentos breves donde Vittorio Gassman y Ugo Tognazzi interpretaban a distintos personajes.

Las escenas exponían la hipocresía y la decadencia moral de la Italia del boom económico. Risi eligió mostrar a su país como una procesión de cínicos y desesperados. Cada sketch era un espejo deformado pero reconocible.
"Homo Argentum" toma algo de esa estructura episódica y también el gesto irreverente: Guillermo Francella se convierte aquí en una especie de "Gassman porteño", mutando de rol en rol.

El pequeño burgués y el monstruo cotidiano
La otra referencia es "Un burgués pequeño, pequeño" (1977), dirigida por Mario Monicelli y protagonizada por un Alberto Sordi en estado de gracia.
Este film, menos coral que "Los Monstruos", funciona como su continuación: describe la historia de un empleado público que cae en una espiral de tragedia, venganza y decadencia moral tras la pérdida de su hijo.
Monicelli plantea que bajo la máscara del "hombre común" habita una brutalidad que aflora cuando el sistema deja de brindar garantizar. Esa idea, la del burgués como monstruo en potencia, reaparece en las historias de "Homo Argentum".
Francella en su apogeo
A esta altura, Guillermo Francella no tiene nada que demostrar. Su crecimiento desde los ‘90 fue impresionante. Pero "Homo Argentum" revela que todavía tiene mucho para decir. Se despoja de cualquier carisma funcional y se entrega a la incomodidad, el grotesco, la ambigüedad.

Se convierte en una especie de catalizador de nuestras miserias colectivas, y lo hace con una técnica actoral casi transparente, que recuerda a lo mejor de Sordi o Gassman cuando dejaban de "actuar" para simplemente ser el personaje.
Cohn y Duprat
El nivel de sofisticación de Mariano Cohn y Gastón Duprat es notable. Desde "El ciudadano Ilustre", lograda sátira de la vida idealizada de un pueblo del interior argentino hasta la serie "Nada" y "Competencia oficial", perfeccionaron un estilo que ya estaba presente en "El hombre de al lado".

En "Homo Argentum", toman a la clase media como escenario y laboratorio para contar un puñado de verdades incómodas en forma de ficción breve. Y para poner en tensión el mito que se creó en torno a lo argentino en el siglo XXI.
El Litoral
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