La médica pediatra, oriunda de Santa Fe, compartió el profundo impacto positivo que tuvo su experiencia en el reality sobre su autoestima y su salud mental.

Un paso transformador por la casa

Catalina Gorostidi, recientemente eliminada de Gran Hermano, vivió un emotivo momento durante su participación en La Noche de los Ex. Visiblemente conmovida, la médica pediatra relató cómo su paso por el popular reality no solo le permitió mostrarse ante el público, sino también sanar heridas personales profundas.

La exparticipante, que ostenta el récord de ser la más veces votada por el público, destacó: "Venía muy triste, muy apagada, sin ganas de hacer nada. Estaba muy oscura... pero esa casa me sanó mucho".

Sobrevivir en el juego

Durante el programa, Gorostidi fue respaldada por sus excompañeros, como Romina Uhrig, quien destacó su calidez humana detrás del "personaje" que mostraba frente a las cámaras. “Muchos no hacen un personaje y Cata lo hace, no es que es así”, explicó Uhrig.

La propia Catalina reconoció que en la convivencia solía exagerar sus reacciones: "Me gusta el quilombo, me gusta gritar. Cuando pasaba algo y yo no estaba en el medio, me angustiaba". Esta actitud, según la pediatra, fue parte de su estrategia para mantenerse vigente dentro del juego.

También reflexionó sobre el enorme desafío que implica exponerse en un reality tan popular. "No es fácil abrir el corazón frente a millones de personas. Muchas veces uno se esconde detrás de un personaje para protegerse", confesó.

El apoyo del público y sus compañeros

A lo largo de su estadía en la casa, Catalina recibió muestras de cariño tanto de sus compañeros como del público, a pesar de las polémicas que generó su estrategia de juego. Ese respaldo fue clave para su recuperación emocional. "Sentirme acompañada, aún en mis peores momentos, me hizo dar cuenta de que no estaba sola", aseguró.

La médica destacó que, más allá de la competencia, el vínculo humano que se genera en Gran Hermano puede marcar un cambio real en la vida de las personas.

Orgullosa de su huella

A pesar de las críticas, Catalina enfrenta su eliminación con humor e ironía. “Soy récord”, afirmó entre risas, aceptando el rol de "villana" que muchos espectadores le adjudicaron. “Si bien mis decisiones pudieron no gustar, respondían a una estrategia clara para sobresalir", explicó durante uno de los debates del programa.

Su paso por Gran Hermano le permitió reconectar con su esencia, fortalecer su autoestima y, sobre todo, encontrar una nueva luz en su vida.

Más allá de los votos, las polémicas y las estrategias, Catalina Gorostidi logró algo mucho más valioso: salir de la oscuridad personal en la que se encontraba y recuperar la alegría que, según sus compañeros y ella misma, parecía haberse perdido.

El Litoral