Alerta en el plano laboral: cada vez hay más monotributistas que son "asalariados encubiertos"
Un informe oficial reveló que empresas contratan trabajadores calificados como monotributistas para evitar obligaciones laborales, afectando la calidad del empleo formal
Un reciente informe de la Secretaría de Trabajo encendió las alarmas sobre el creciente uso del monotributo como herramienta de precarización laboral. Según el relevamiento, el 37% del crecimiento de monotributistas entre 2011 y 2024 corresponde a trabajadores que en realidad mantienen una relación de dependencia encubierta. Se trata, en su mayoría, de empleados contratados por empresas que los inscriben como independientes para reducir costos y evitar obligaciones legales.
Este fenómeno se da incluso en sectores con alta calificación. El 65% del aumento del trabajo independiente registrado corresponde a personas con estudios terciarios o universitarios. Así, se consolida un mercado laboral donde la profesionalización no garantiza mejoras en la calidad del empleo, ni acceso pleno a derechos laborales como aguinaldo, vacaciones pagas o licencias por enfermedad.
"El aporte al régimen de monotributo no implica formalidad en la categoría de asalariado”, advierte el informe.
Más empleo registrado, pero no más formalidad
El documento destaca que entre 2011 y 2024, el número de aportantes al monotributo y al régimen de autónomos pasó de 1,7 a 2,5 millones. Sin embargo, ese crecimiento no se traduce en una mejora real en la tasa de informalidad, que sigue superando el 40%. El motivo es que muchos de esos trabajadores independientes están en relación de dependencia no declarada.
En ese sentido, el empleo registrado formal creció menos que el monotributo, especialmente entre trabajadores con estudios superiores. El número de asalariados privados con formación terciaria o universitaria creció más lento que el de monotributistas con el mismo nivel educativo.
Un crecimiento que oculta precariedad
Aunque el monotributo es una herramienta útil para formalizar a trabajadores independientes reales, el informe subraya que su uso se ha desvirtuado, especialmente en el sector privado. Empresas lo utilizan como una estrategia para eludir cargas sociales y obligaciones laborales, lo que genera una falsa impresión de formalidad y diluye derechos clave para los trabajadores.
El informe también señala que el crecimiento del trabajo independiente formal fue casi igualado por el aumento del trabajo independiente informal, es decir, personas que trabajan por cuenta propia pero no hacen aportes al sistema previsional.
Conclusión: un modelo que exige revisión
En definitiva, el análisis oficial demuestra que la expansión del monotributo ha ocultado formas de precarización laboral, sobre todo entre trabajadores calificados. Pese a una aparente mejora en los niveles de empleo registrado, la calidad del trabajo no solo no mejora, sino que en muchos casos empeora, manteniendo niveles estructuralmente altos de informalidad.
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