Falleció a los 47 años "La Locomotora" Oliveras: cuáles fueron las causas de su muerte
Tras dos semanas de estar internada en el Hospital Cullen de Santa Fe y mostrar signos de mejora, la exboxeadora y convencional constituyente tuvo una recaída médica. Estas son las causas de su muerte.
Alejandra “La Locomotora” Oliveras murió este lunes 28 de julio por la tarde, a los 47 años, luego de haber permanecido internada durante dos semanas en el Hospital José María Cullen de Santa Fe. La multicampeona mundial de boxeo, activista social e integrante de la Convención Constituyente santafesina había sufrido un ACV isquémico el pasado 14 de julio, pero en los últimos días presentaba una evolución favorable.
En una conferencia brindada en el hospital, el director del Cullen, Bruno Moroni, y el jefe de Terapia Intensiva, Néstor Carrizo, explicaron que Oliveras sufrió una embolia pulmonar masiva que derivó en un shock con hipoxia severa y paro cardiorrespiratorio refractario. “Se realizaron todas las maniobras de resucitación posibles, pero lamentablemente falleció”, confirmó Moroni.
Carrizo detalló que la exboxeadora presentaba signos indirectos, pero claros, de tromboembolismo pulmonar y trombosis venosa en las extremidades inferiores, detectados por ecografías realizadas en el momento del evento. “Fue un episodio súbito. Teníamos signos de estabilidad clínica, pero advertimos desde el primer día que eran pacientes con riesgo de complicaciones graves”, remarcó.
La palabra de Musacchio
Consultado por El Litoral, el neurocirujano Alejandro Musacchio, quien la operó tras el ACV, brindó una conmovedora declaración tras el fallecimiento. “Fue una complicación cardíaca no esperada. Estaba perfecta. Era un paciente grave y además de no poder hacer un montón de cosas, no sabés cómo va a reaccionar”, explicó el médico.
Musacchio agregó que Oliveras, en sus últimas horas, se mostraba estable y con buen ánimo: “Lo único que le faltaba era hablar, estuvo hasta las 12:30 espectacular”.
El parte médico aclara el contexto clínico
Según Carrizo, Oliveras mantenía ciertas respuestas oculares y motoras, pero no llegó a recuperar contenido consciente. “No estaba lúcida ni comunicativa. Se trataba de un estado de conciencia fluctuante. Habíamos comenzado lentamente un protocolo de desconexión del respirador, pero este episodio no tiene relación con eso. La causa fue una embolia pulmonar masiva”, indicó el especialista.
Los médicos aclararon también que la paciente no era apta para donación de órganos, dado que su muerte no se produjo por muerte encefálica, y confirmaron que en los registros constaba su voluntad de no ser donante.
Moroni subrayó el trabajo multidisciplinario que acompañó a Oliveras desde su ingreso al hospital: “Desde enfermería hasta neurología y terapia intensiva, todos dimos lo mejor. Estamos profundamente dolidos. Fue una paciente muy querida, con una historia de vida que nos conmovió a todos”.
Un ACV isquémico y una recuperación que daba esperanzas
Oliveras ingresó al Cullen con diagnóstico de accidente cerebrovascular isquémico, una obstrucción en el flujo sanguíneo al cerebro que puede dejar secuelas graves o ser mortal si no se trata con rapidez. Desde el primer momento estuvo en terapia intensiva y fue sometida a una cirugía de urgencia. Según los partes médicos, su estado era "crítico con pronóstico reservado".
Sin embargo, en los últimos días, su entorno y los profesionales habían comunicado cierta mejoría. La exboxeadora, ícono del deporte y la lucha social, incluso lograba mantenerse despierta y respondía a estímulos.
El giro repentino y la causa definitiva del fallecimiento
La causa final de su muerte fue una complicación cardíaca súbita. A pesar del cuadro neurológico inicial, la situación parecía controlada. Pero tal como explicó el neurocirujano, al tratarse de un paciente crítico, los riesgos eran múltiples. La recaída fue repentina y fulminante, dejando sin margen de reacción al equipo médico.
El Litoral
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