"La universidad está perdiendo recursos humanos valiosos", aseguró Mammarella

La universidad pública enfrenta una sangría silenciosa: docentes, investigadores y personal no docente calificado dejan sus cargos, por sueldos que no alcanzan. El rector de la UNL advierte que este problema puede comprometer la calidad educativa.

¿Quiénes dictarán clases si los mejores docentes e investigadores deben buscar nuevos trabajos o rumbos para tener un salario digno y acorde a su nivel de profesionalización? ¿Afectará esto la calidad de la enseñanza en un futuro cercano en las universidades públicas? Con salarios por debajo de la línea de pobreza, son preguntas obligadas en estos tiempos en que el recurso humano de las casas de estudios superiores se están alejando de las aulas.

"Esto está pasando, se está perdiendo recurso humano valioso", confirmó este lunes a El Litoral el rector de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), Enrique Mammarella.    Y añadió que se está registrando "tanto entre docentes e investigadores como entre los no docentes. Tenemos personal administrativo con mucha capacitación en distintas áreas y que, ante la imposibilidad de tener una carrera en la universidad que les permita vivir bien, buscan otros lugares".

Consultado sobre si existen estadísticas al respecto, el rector admitió: "No hemos sacado números todavía. Estoy empezando a trabajar en eso. Pero lo vemos en el día a día: por los pedidos de renovación de cargos que nos llegan, por los llamados constantes desde distintas áreas que no logran cubrir vacantes".

El rector describió que esta situación es de todas las universidades en general. "Nos llegan pedidos de otras universidades y, si no tenemos para nosotros, tampoco para las demás".

Este problema ya se viene advirtiendo de un tiempo a esta parte. Oscar Alpa, actual presidente del Concejo Interuniversitario Nacional (CIN) -que reúne a los rectores del país- indicó recientemente que "estamos perdiendo docentes, no docentes, investigadores".

En igual sentido, se comenzaron a expresar distintas autoridades universitarias. A fines de 2024, el decano de Ciencias Veterinarias de la UBA, Alejo Pérez Carrera, dijo que 48 docentes habían renunciado a sus cargos hasta ese momento, lo que significaba aproximadamente un 10% del plantel docente de la facultad.

¿Y la calidad educativa?

Sobre los motivos de este alejamiento, Mammarella explicó que "son dos cuestiones. Primero, lo salarial, lo que lleva a buscar soluciones temporales o bien más permanentes. Muchos buscan complementar el sueldo con otros trabajos, y eso implica restar tiempo a la docencia y a la investigación. Segundo, cuando ya no se ve una salida en el corto plazo, se empieza a pensar en un cambio más profundo: buscar nuevos horizontes en el exterior o irse al sector privado, incluso cambiando de área de trabajo y dejando atrás la formación que tienen en su especialidad".

El impacto ya se empieza a sentir, advierte Mammarella: "Esto claramente afecta la calidad de la educación. Si un docente o investigador no puede dedicarle todo el tiempo necesario a su formación y actualización, el sistema se resiente. Y cuando no podemos reponer los cargos con personas igual de capacitadas, la pérdida de calidad es inevitable".

Formar a un profesional universitario de alto nivel no se puede hacer de la noche a la mañana. "Un investigador con aspiraciones a ser profesor titular necesita al menos diez años de formación: grado, doctorado, estancia en el exterior, publicaciones, proyectos. No es algo que se reemplaza de un día para el otro. Y cuando se van, el sistema pierde muchísimo", enfatizó el rector.

Salario y financiamiento

La mejora del poder adquisitivo docente es uno de los ejes del proyecto de financiamiento universitario que se presentó recientemente en el  Congreso de la Nación

"Sí, es uno de los puntos fundamentales del proyecto. Quiero decir no es algo exclusivo de la educación. También lo vemos en salud. Creen que se puede formar médicos sin pagar bien a los residentes, pero sin jefes de servicio y sin futuro profesional, tampoco habrá calidad en hospitales como el Garrahan", comparó el rector.

En cuanto a la expectativa que genera el tratamiento legislativo, Mammarella espera "que el proyecto avance y se discuta, pero sobre todo que se defina una política educativa a nivel nacional que piense en el mediano y largo plazo. Porque lo que se pone en juego es el futuro del país".

"Falta de empatía"

Esta semana, los docentes universitarios llevan adelante un paro de 48 horas los días 11 y 12 de junio, y se aguardan más medidas posteriores.

"Hoy, los salarios docentes están por debajo de la línea de pobreza, con una pérdida de poder adquisitivo que supera el 100% respecto a la inflación", denunció la Federación Nacional de Docentes, Investigadores y Creadores Universitarios (Conadu Histórica) en un comunicado. Según indicaron, el poder adquisitivo cayó tan drásticamente que "venimos perdiendo el equivalente a casi un salario completo cada tres meses".

Consultado al respecto, Mammarella no ocultó su preocupación por el esquema de paros que afecta directamente a los estudiantes. "Estábamos trabajando en un sentido, pero claramente la falta de respuestas, pero sobre todo la falta de empatía, de ponerse en el lugar del otro, es lo que estamos viendo a través de los medios. Vemos cómo otros sectores -como la discapacidad o el Garrahan- reciben la misma indiferencia. Y lamentablemente, eso se traduce en un estado de ánimo muy feo dentro del sistema universitario".