Un junio para desconectar: dos fines de semana largos seguidos y una pausa soñada

Junio suele ser un mes que invita a abrigarse, compartir en familia y recargar energías. Pero este año, además, se convierte en una pequeña joya dentro del calendario laboral: dos fines de semana largos consecutivos que abren la puerta a escapadas, reuniones postergadas o simplemente a la calma.

Una pausa extendida para respirar

El primer alivio llega con el sábado 14, que da inicio a un finde largo que se extenderá hasta el lunes 16. ¿El motivo? El feriado por el Paso a la Inmortalidad del General Martín Miguel de Güemes, que cae martes 17, se adelanta al lunes, tal como permite la ley argentina para promover el turismo interno.

Y cuando apenas se empieza a retomar el ritmo, aparece una nueva oportunidad: del viernes 20 al domingo 22 de junio se da otro descanso, esta vez por el Día de la Bandera, en honor al General Manuel Belgrano. A diferencia del anterior, este es un feriado inamovible, por lo que se mantiene fijo en el calendario.

Solo tres días para trabajar... o tomarlos también

Entre ambos fines de semana largos, quedan solo tres jornadas laborales: martes 17, miércoles 18 y jueves 19. Para muchos, la tentación de tomarse esos días también y convertir la semana completa en vacaciones será fuerte. Y, por qué no, justificada.

Ya hay quienes hacen cuentas, reservan alojamientos o simplemente sueñan con ese corte que permite volver a empezar. Junio aparece así como un oasis en medio del año: una pausa inesperada pero bienvenida.

Por qué se mueven los feriados (y otros que quedan)

La posibilidad de trasladar feriados está prevista por ley. La idea es fomentar el turismo y dinamizar la economía. Si un feriado cae martes o miércoles, puede adelantarse al lunes anterior; si cae jueves o viernes, se pasa al lunes siguiente. Así se generó este primer fin de semana largo del mes. El del 20, por ser inamovible, quedó tal cual.

Además, todavía quedan fechas importantes en el calendario 2025: el 9 de julio (Día de la Independencia), el 17 de agosto (San Martín), el 8 de diciembre (Inmaculada Concepción) y la inevitable Navidad.

Un mes que se disfruta distinto

Viajes cortos, reencuentros familiares, días en casa sin reloj ni alarmas. Junio ofrece la excusa perfecta para todo eso. En tiempos donde el descanso es un bien escaso, este doble respiro llega justo a tiempo.