Escalada en Medio Oriente: Israel lanzó un ataque masivo contra Irán y se teme una represalia inminente
El bombardeo preventivo sobre instalaciones militares y nucleares iraníes desató fuertes explosiones en Teherán y activó el estado de emergencia en Israel.
En una operación sin precedentes desde 2019, Israel lanzó en la madrugada del viernes una ofensiva aérea preventiva sobre Irán, atacando “decenas de objetivos militares y nucleares”, según confirmó el Ejército israelí. Las explosiones sacudieron la capital iraní, donde se reportaron columnas de humo y cortes de energía en barrios residenciales como Chitgar.
La ofensiva, denominada “Nación León”, fue ordenada por el primer ministro Benjamín Netanyahu en respuesta a lo que su gobierno calificó como una amenaza inminente: avances significativos en el programa nuclear iraní y el arsenal de misiles balísticos de Teherán.
El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, declaró un “estado de emergencia especial” en todo el país, mientras que las sirenas antiaéreas fueron activadas ante la posibilidad de una represalia inminente desde territorio iraní o de sus aliados regionales como Hezbolá en Líbano o los hutíes en Yemen.
Irán bajo fuego: silencio oficial y advertencias previas
Pese a las explosiones confirmadas en Teherán y otras ciudades, el régimen iraní aún no ha emitido una respuesta militar directa. La televisión estatal reconoció “detonaciones” pero no precisó blancos ni víctimas. Hasta el momento, no se registraron daños en complejos clave como Natanz, Fordow o Arak, según fuentes diplomáticas.
Días atrás, el comandante de la Guardia Revolucionaria había advertido que Irán está “listo para una guerra total” si es atacado. En paralelo, Irán había anunciado la instalación de un tercer centro de enriquecimiento de uranio, lo que motivó una reciente censura de la Junta de Gobernadores del OIEA por falta de cooperación.
Consecuencias económicas y reacciones globales
La ofensiva provocó un impacto inmediato en los mercados internacionales. El precio del crudo Brent se disparó más de 5 % en las primeras horas del viernes, reflejando el temor a una escalada bélica regional que podría afectar el suministro energético global.
Desde Washington, el secretario de Estado Marco Rubio afirmó que Estados Unidos “no participa” en la operación y que su prioridad es proteger a sus tropas desplegadas en Medio Oriente. La comunidad internacional observa con alarma el desarrollo del conflicto, que podría derivar en una guerra abierta entre dos potencias regionales.
Milei fuera de peligro
El vocero presidencial Manuel Adorni aclaró que el presidente argentino Javier Milei, quien había visitado Israel recientemente, “ya no se encuentra en el país y no corre peligro”. La confirmación buscó desactivar rumores sobre su posible presencia en la zona en el momento del ataque.
Un punto de no retorno en la tensión regional
La operación “Nación León” marca un giro dramático en la ya frágil situación en Medio Oriente. Tras años de amenazas cruzadas, sabotajes encubiertos y negociaciones diplomáticas fallidas, Israel decidió actuar unilateralmente y de forma masiva contra lo que percibe como una amenaza existencial.
Analistas internacionales coinciden en que la región ha entrado en un terreno inédito y extremadamente volátil, con un alto riesgo de guerra abierta. Las próximas horas serán clave para saber si Irán responderá
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