Estados Unidos duplica aranceles al acero y aluminio: impacto global y tensiones comerciales

El presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva que eleva del 25% al 50% los aranceles sobre las importaciones de acero y aluminio, efectiva desde el 4 de junio. Según la Casa Blanca, esta decisión tiene como objetivo contrarrestar prácticas comerciales desleales y fortalecer la seguridad nacional al proteger las industrias metalúrgicas estadounidenses.

Reacciones internacionales

La medida ha generado reacciones negativas en varios países. México, segundo proveedor de estos metales a Estados Unidos, expresó su preocupación por el impacto en más de 20.000 millones de dólares en exportaciones y la posible pérdida de 380.000 empleos.

Canadá también manifestó su descontento, mientras que la Unión Europea advirtió sobre la posibilidad de imponer contramedidas si no se alcanza un acuerdo antes del 14 de julio.

Excepciones y negociaciones

El Reino Unido quedó exento de este aumento arancelario, manteniendo una tasa del 25% gracias a un acuerdo preliminar con Estados unidos. En el caso de Argentina, enviaron delegaciones a Washington para negociar posibles exenciones y evitar impactos negativos en sus economías.

Impacto económico

Economistas advierten que el aumento de aranceles podría provocar un incremento en los costos de producción para industrias que dependen del acero y aluminio importados, como la automotriz y la construcción. Además, se teme que esta medida pueda desencadenar una

La duplicación de aranceles por parte de EE.UU. marca un nuevo capítulo en las tensiones comerciales internacionales. Mientras la administración Trump defiende la medida como una protección a la industria nacional, socios comerciales afectados buscan soluciones diplomáticas para evitar una guerra comercial que podría tener consecuencias económicas significativas a nivel global.

Postura interna dividida en Estados Unidos

Mientras la administración Trump defiende el aumento de aranceles como una medida para preservar empleos y recuperar competitividad industrial, diversos sectores empresariales dentro de Estados Unidos han expresado su preocupación.

La Cámara de Comercio advirtió que este tipo de políticas podría repercutir negativamente en las cadenas de suministro, encarecer productos y debilitar la inversión extranjera en sectores claves del país.

El Litoral