Harvard demanda a la Administración Trump por la congelación de fondos federales
La universidad acusa al Gobierno de usar la financiación como forma de presión para controlar decisiones académicas. En juego hay más de 2.200 millones de dólares.
La Universidad de Harvard presentó una demanda federal contra la Administración Trump por la decisión de congelar miles de millones en fondos federales. La institución acusa al Gobierno de intentar presionar a través de la financiación pública para imponer reformas en su estructura de gobernanza, contratación y admisión.
La demanda fue radicada ante el Tribunal de Distrito de Estados Unidos para el Distrito de Massachusetts y plantea que se trata de “una medida ilegal y fuera de la autoridad del Gobierno”. Así lo expresó el presidente interino de Harvard, Alan M. Garber, en una carta dirigida a la comunidad universitaria, donde detalló que la universidad ha sido blanco de una ofensiva por rechazar “exigencias ilegales” de la administración.
Una escalada con trasfondo político y cultural
Según reportó The New York Times, la denuncia judicial marca “una escalada importante” en el conflicto entre las universidades de élite y el expresidente Donald Trump, quien desde su retorno al poder en enero de 2025 lanzó una campaña para “reclamar” el control de las casas de altos estudios.

La iniciativa del Gobierno se enmarca oficialmente en una cruzada contra el antisemitismo, pero también ha apuntado contra programas vinculados a la diversidad racial y de género. Estas políticas, centrales en muchas universidades, han sido blanco de críticas por parte de sectores conservadores que las consideran discriminatorias o ideológicas.
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Una carta, una negativa y una represalia millonaria
El 11 de abril, funcionarios de la Administración Trump enviaron una carta a Harvard en la que exigían una "reforma y reestructuración significativa de la gobernanza", advirtiendo que "una inversión no es un derecho".
Tres días después, el 14 de abril, la universidad rechazó los pedidos del Gobierno, y apenas unas horas más tarde se oficializó la congelación de 2.200 millones de dólares en subvenciones plurianuales y 60 millones adicionales en contratos.
Como si fuera poco, el 16 de abril la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, advirtió que si Harvard no entregaba información sobre presuntas “actividades ilegales y violentas” de estudiantes extranjeros antes del 30 de abril, podría perder su autorización para matricular alumnos internacionales.
Un mensaje a todas las universidades
Desde el inicio del nuevo mandato de Trump, varias de las principales universidades estadounidenses han recibido advertencias similares. La nueva administración exige una reestructuración en sus políticas internas bajo la amenaza de perder fondos públicos. Entre sus objetivos figuran la eliminación del antisemitismo en los campus y la revisión de las iniciativas de diversidad.
Las tensiones se incrementaron tras una serie de protestas propalestinas ocurridas el año pasado en varias universidades, incluidas Harvard, Columbia y UCLA, en el contexto del conflicto entre Israel y Palestina. Para la Casa Blanca, estos episodios reflejan un creciente antisemitismo, aunque desde las universidades advierten que se trata de una forma de censura y criminalización de la protesta.
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