Lula da Silva fue diagnosticado con laberintitis y tuvo que suspender actividades oficiales
El presidente de Brasil, de 79 años, debió guardar reposo tras sufrir un episodio de vértigo. Se encuentra estable, pero su salud vuelve a estar en foco a un año de las elecciones.
Lula da Silva sufrió un episodio de vértigo este lunes y fue diagnosticado con laberintitis, una inflamación del oído interno que puede causar mareos, desequilibrio y náuseas. Tras ser atendido en el Hospital Sirio-Libanés de Brasilia, los estudios indicaron que no había anomalías, pero se recomendó reposo.
Por el malestar, el mandatario de 79 años suspendió parte de su agenda oficial y permanece en la residencia presidencial bajo observación. Desde el entorno presidencial aseguran que Lula se encuentra estable y en recuperación.
Antecedentes de salud
En los últimos años, Lula atravesó varios episodios médicos. En diciembre de 2024 fue operado de urgencia por un hematoma intracraneano tras una caída. En 2023, se sometió a una cirugía de cadera. Y en 2011 fue tratado por un cáncer de laringe.
Candidatura 2026 en duda
Aunque ha sostenido una agenda intensa desde su regreso al poder en 2023, con viajes a países como China, Rusia y Vietnam, los problemas de salud reactivan especulaciones sobre su posible candidatura en 2026. Lula ha dicho que solo se postulará si su condición física se lo permite: “Solo seré candidato si estoy bien de salud y con energía para gobernar”.
Colaboradores cercanos al presidente han admitido que la intensidad de la agenda oficial —sumada al desgaste natural de la edad— obliga a revisar los tiempos y prioridades del mandatario. Si bien Lula insiste en mostrarse activo, puertas adentro del Palacio de Planalto reconocen que hay preocupación por su ritmo.
La situación también genera movimientos dentro del oficialismo. Algunos sectores del Partido de los Trabajadores comienzan a barajar posibles alternativas ante un eventual retiro de Lula de la carrera presidencial. Sin embargo, por ahora, reina la cautela: cualquier decisión dependerá exclusivamente del propio mandatario.
Comunicación oficial moderada
El gobierno optó por minimizar el episodio en los comunicados públicos, enfocándose en la estabilidad del cuadro clínico y la normalidad de los estudios. Aun así, los medios brasileños replicaron con fuerza la noticia, que se volvió tendencia y alimentó rumores sobre el futuro inmediato del jefe de Estado.
Según fuentes oficiales, Lula espera retomar sus actividades en los próximos días, con una posible participación virtual en reuniones del Mercosur. También está previsto su viaje a Europa en junio, aunque su equipo monitorea su evolución para evitar recaídas o complicaciones que pongan en riesgo esos compromisos.
La salud de Lula no solo tiene implicancias en la política brasileña, sino también en el escenario regional. Su liderazgo ha sido clave en el relanzamiento de la integración sudamericana y su eventual retiro abriría un vacío en un momento de redefiniciones geopolíticas en América Latina.
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