Conicet Rafaela se sumó al reclamo por el creciente desfinanciamiento a la ciencia
Se reactiva la protesta del CONICET en todo el país: en Rafaela también se siente el reclamo en medio del creciente desfinanciamiento a la Ciencia.
Este 6 y 7 de agosto, trabajadores/as del CONICET, junto con agrupaciones gremiales, se preparan para un paro de 48 horas. La convocatoria busca dar continuidad a los reclamos que se vienen llevando adelante en todo el país por el deterioro de las condiciones en las que se produce ciencia desde 2024. Entre las problemáticas que se denuncian a nivel nacional, se encuentra la disminución salarial de más del 35%, la eliminación de los fondos destinados a investigación, la disminución del cupo de becas de posgrado, la suspensión del ingreso de investigadores a la planta del CONICET y las bajas al personal técnico, recortes que han provocado una disminución de la actividad científica e incluso la parálisis de algunos proyectos.
Como ha sido evidente durante “el stream del fondo del mar”, una actividad de divulgación de la actividad científica que causó furor recientemente, el CONICET es un organismo con personal altamente calificado, que produce conocimiento relevante, que busca activamente financiamiento y que cuenta con reconocimiento internacional. Todo esto en un contexto sumamente adverso y de ataque constante a los/las trabajadores/as.
Santa Fe se destaca por ser una de las provincias con mayor cantidad de centros e institutos de ciencia y tecnología, donde trabajan alrededor de 1500 personas; cuenta con dos Centros Científicos Tecnológicos (CCT) del CONICET, en Rosario y Santa Fe. Éste último, al cual pertenece el CIT Rafaela, está compuesto por 21 institutos, los cuales colaboran activamente con universidades, el gobierno y el sector productivo de la región, cubriendo áreas como las ciencias agrarias, biológicas, sociales, exactas e ingenierías. Estos recursos regionales deben ser defendidos de lo que gran parte de la comunidad científica considera como un daño.
En este marco, la Asamblea de Becarixs Santa Fe, presentó el pasado 30 de julio una propuesta de incorporación a la Reforma Constitucional de la Provincia, que busca que se reconozca y garantice el derecho colectivo al conocimiento orientado al bienestar social, al desarrollo soberano de la ciencia y a la sustentabilidad ecológica, comprendiendo que la producción científica debe tener las condiciones adecuadas para llegar a cada rincón de la provincia.
La situación en Rafaela
La ciudad cuenta con un activo entramado científico —compuesto por becarios/as doctorales y posdoctorales, investigadores/as y personal de apoyo técnico y administrativo— distribuido en tres instituciones: el CIT Rafaela (CONICET y UNRaf); el Instituto de Investigación de la Cadena Láctea (IDICAL), en vinculación con el INTA; y el Grupo de Estudios de Medio Ambiente de la UTN, Facultad Regional Rafaela. El reclamo principal se enfoca en la falta de efectivización de cargos ya aprobados para el ingreso a la carrera de investigador/a científico/a (CIC), problemática que se replica a nivel nacional, afectando a más de 800 investigadores/as. Asimismo, se esperan los resultados de la Convocatoria 2023 a CIC. La dilación de los mismos se suma a la incertidumbre que genera la no reapertura de las nuevas convocatorias para ingreso a la CIC, lo cual amenaza directamente la continuidad profesional de quienes actualmente desarrollan doctorados y posdoctorados así como el trabajo que se viene realizando hace años.
La situación se agrava con la paralización de las convocatorias para financiar proyectos de investigación (conocidos como PICT), que dependen de la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación. Esto implica que no hay fondos para insumos, materiales, movilidad de investigadores/as o equipamiento, lo que impide desarrollar proyectos ya aprobados y compromete la continuidad de muchas líneas de trabajo. Esto afecta directamente al trabajo de temas estratégicos para la región, como medio ambiente, producción láctea, sostenibilidad energética y salud pública.
Asimismo, muchos integrantes del CONICET también son docentes y se enfrentan al desdoblamiento de tareas sin reconocimiento salarial acorde. La pérdida de poder adquisitivo de los salarios tanto de investigadores/as como docentes alcanza niveles críticos, forzando a algunos a dejar la investigación o migrar a otros países.
Los Estados coloniales no invierten en Ciencia
La falta de inversión en ciencia y tecnología no solo compromete el presente del sistema científico, sino también su futuro como herramienta de desarrollo soberano. La soberanía científica implica poder decidir desde y para la Argentina, con conocimientos desarrollados por especialistas locales, adaptados a las necesidades sociales, productivas y ambientales del país. El desmantelamiento del sistema científico es un paso hacia la dependencia estructural de tecnologías y conocimiento extranjero. Los trabajadores y trabajadoras sostienen que invertir en ciencia no es un gasto, sino una inversión estratégica. Desfinanciar la ciencia y frenar el ingreso de nuevos científicos/as es hipotecar el futuro del país y condenarlo a un rol subordinado en el escenario global.
Prensa
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