El trabajo de quienes sostienen el empedrado: las cooperativas rafaelinas detrás de la restauración del adoquinado
Organizadas y con mano de obra artesanal, tres cooperativas locales son responsables de las tareas de limpieza, reparación y colocación del adoquinado. La Municipalidad colabora con maquinaria y logística.
En Rafaela, la recuperación de las calles adoquinadas no solo representa una política de preservación urbana, sino también una fuente concreta de trabajo. Las tareas de restauración del empedrado histórico están a cargo de tres cooperativas rafaelinas que, con organización y trabajo artesanal, son parte fundamental de este proyecto de impacto patrimonial y social.
Se trata de tres cooperativas que participan activamente del operativo. Cada una está conformada por equipos que se reparten tareas específicas: colocadores, encargados de limpieza de adoquines y personal que manipula los materiales como arena y cemento.

Organización y colaboración municipal
El esquema de trabajo está organizado para que todas las cooperativas trabajen una cantidad similar de metros de empedrado, bajo un sistema que les permite cobrar según el rendimiento diario. El método, además de garantizar eficiencia, promueve un ingreso proporcional al esfuerzo.
Por su parte, la Municipalidad brinda el soporte necesario para complementar el trabajo cooperativo: aporta camiones volcadores para el traslado de adoquines, maquinaria para picar el pavimento viejo y equipos para distribuir materiales, además de personal municipal que colabora con tareas específicas. En promedio, trabajan diariamente entre tres y cuatro empleados municipales, mientras que el grueso de la restauración recae sobre las cooperativas.

La voz de los protagonistas
Juan Ramón Coronel, integrante de la Cooperativa “Trabajo y Solidaridad”, destacó en diálogo con RADIO RAFAELA el valor humano del proyecto: "Es un trabajo artesanal, pero muy importante porque detrás de nosotros hay muchas familias."
Por su parte, Ezequiel Argüello, de la Cooperativa “Esfuerzo Rafaelino”, explicó parte del proceso técnico que aplican día a día: "Nosotros venimos, hacemos la mezcla de arena y cemento, tiramos los niveles y empezamos a colocar cada adoquín. Este nuevo sistema hace que sea anti vibraciones, pero no deja de ser vulnerable a todo el peso vehicular", indicó.
Además, subrayó la necesidad de respetar los tiempos de fraguado. "Eso tiene que estar uno o dos días sin tener absolutamente peso encima", pidió, haciendo un llamado a la ciudadanía para que no se estacionen vehículos antes de la habilitación.
Coronel también se refirió a la dinámica interna de trabajo, donde hay un flujo constante entre la obra y el predio de limpieza: "Primero limpian, se llevan los adoquines sucios y ya hay gente que está esperando para limpiar".
Un oficio que preserva historia y genera oportunidades
Las cooperativas no solo están restaurando las calles que forman parte de la identidad rafaelina. También sostienen una cadena de empleo que beneficia a decenas de familias, con un oficio que mezcla precisión, paciencia y conocimiento del terreno.
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