Este miércoles por la tarde, en la Plaza 25 de Mayo de Rafaela, un grupo de jubiladas se reunió bajo la consigna “¡Basta de reprimir a los jubilados!”, en solidaridad con los manifestantes que la semana pasada fueron reprimidos en Buenos Aires y para visibilizar la crisis económica que atraviesan los adultos mayores.

“Nos están apretando desde el gobierno, ya sea con los medicamentos o con los alimentos, que cada vez son más difíciles de comprar. Yo soy jubilada docente, pero lo hago por los que tienen la mínima, que directamente no pueden comprar carne, pagar alquileres ni cubrir sus necesidades básicas”, expresó una de las asistentes ante el micrófono del móvil de Radio Rafaela.

Un reclamo que trasciende lo individual

La movilización no solo buscó expresar el malestar de los jubilados, sino también alertar sobre las dificultades que afectan a muchas familias. “No es solo pensar en uno mismo, sino en todos. La plata no alcanza y nuestros hijos tampoco pueden ayudarnos porque ellos también tienen su familia y sus gastos. Resistimos como podemos”, explicó otra mujer presente.

Desde la plaza, María, una de las participantes, habló sobre la falta de consumo y el impacto en los comercios locales. “Cada vez se vende menos en las carnicerías, en los kioscos y en las despensas. Hay poca circulación de dinero y eso afecta a todos. Vemos más despidos, albañiles sin trabajo y familias que deben privarse de lo más básico. Esta crisis es tremenda y nos está golpeando fuerte”, lamentó.

Privaciones y preocupación por la salud

La difícil situación económica también afecta la alimentación y el acceso a los medicamentos. “Comemos cada vez menos carne, menos productos lácteos. Sabemos que eso nos va a afectar la salud, pero ¿qué hacemos si no nos alcanza? Y ni hablar de los remedios, que cada vez son más caros y necesarios”, advirtió una jubilada a Radio Rafaela.

El encuentro en Rafaela reflejó la preocupación de quienes ven cómo la crisis se profundiza día a día. “Hay que pensar en los abuelos, en los tíos, en los familiares que la están pasando mal. La crueldad que vemos en la televisión también la vivimos en la vida cotidiana”, concluyeron.

La nota completa: