Mondino acompañó el pedido de bajar los costos de la obra de Bv. Yrigoyen para los frentistas: “Hay que buscar herramientas”

Tras el encuentro mantenido este lunes en el Concejo Municipal con funcionarios del Ejecutivo local para abordar el proyecto de pavimentación de Bv. Yrigoyen, el concejal Ceferino Mondino se sumó al debate con una mirada centrada en la eficiencia de los recursos y el cuidado del bolsillo de los vecinos.

“Hay que tratar de buscar las mejores herramientas para que los costos que le impliquen y le lleguen al vecino, sean los menores”, planteó el legislador oficialista. Además, destacó: “Estoy convencido de que la Municipalidad de Rafaela tiene una estructura municipal sumamente importante, con obradores, que se tiene que utilizar y optimizar para bajar los costos”.

Mondino consideró que uno de los puntos a revisar puede ser la normativa vigente: “Ahí se planteó también una posible modificación de una ordenanza, que está vigente desde hace mucho tiempo, donde se implican costos de mantenimiento. Si hay que cambiarlo, lo cambiaremos”.

Sentando postura respecto a las propuestas opositoras, indicó: “Tenemos la misma línea de pensamiento, por ahí hay distintas miradas, como las que tuvimos siempre”. 

Las obras, una prioridad 

Con experiencia previa como presidente comunal, señaló la importancia de priorizar el impacto social de las obras y no solo su ejecución puntual: “Lo más importante es que todas las obras que lleguen, y sobre todo con dineros provinciales, se puedan optimizar con mayores recursos y para hacer más cantidad de obras, y no nos limitamos simplemente a la obra puntual”.

Mondino sostuvo que el objetivo debe ser reducir el valor que debe afrontar cada frentista. “Uno hace el mayor esfuerzo posible para que la cuota que le llegue al vecino sea lo más barata, porque sabemos que el pavimento es caro”, explicó, y agregó: “Lo que pasa es que el vecino acepta la ejecución de la obra, pero después no te la paga, y no te la paga no porque no quiere, sino porque no puede”.

En ese sentido, advirtió sobre los efectos de este tipo de situaciones: “Es un efecto colateral a largo plazo de un endeudamiento del vecino que no le sirve al municipio”.

Finalmente, reafirmó su propuesta de aprovechar al máximo las capacidades internas del municipio: “Al municipio le sirve hacer obras, con eso mejora la calidad de vida, produce un ciclo de movimiento de fondos que vuelve a ingresar al Ejecutivo y puede seguir construyendo más obras. Me parece que esa estructura municipal es la que tiene que bajar los costos para que la operación al vecino le llegue lo más barato posible”.