Rafael Barreiro: “La ciudad se está desordenando y se están orillando en lugares de los que después no se vuelve”

La Federación de Entidades Vecinales de Rafaela expresó su “enorme desaprobación y tristeza” frente a las intervenciones recientes del Gobierno local sobre espacios emblemáticos del casco histórico, como la Plaza 25 de Mayo, la Avenida Santa Fe y las calles circundantes.

En una carta dirigida a la Comisión de Preservación y Defensa del Patrimonio Urbano, su presidente, Rafael Barreiro, advirtió sobre la ausencia de consenso y de visión a largo plazo en la planificación urbana. “Nos metimos en una lógica de mirar la ciudad con miopía, a cuatro años, pensando en la próxima reelección y no en las próximas generaciones”, expresó.

Una ciudad “sin planificación clara”

Barreiro trazó una línea histórica sobre cómo se construyó la identidad de Rafaela, recordando que las primeras generaciones de colonos, médicos y abogados trabajaron con una visión integral, desarrollando desde la usina eléctrica hasta la Ruta Nacional 34. “Fue una generación que construía mientras trabajaba, y que dejó una ciudad sólida y ordenada”, destacó.

Sin embargo, sostuvo que la actual gestión está marcada por la lógica de la administración de poder: “Hoy, la Municipalidad es la empresa más grande de la ciudad, lo cual es un contrasentido en una comunidad desarrollada”.

El referente vecinal fue más allá: “Después de treinta años hablando de planificación estratégica, seguimos con un aeropuerto dentro de la ciudad y una terminal de ómnibus afuera, en una ciudad que es rica pero mal planificada”.

El reclamo de la Federación también apunta al desgaste en la relación entre ciudadanía y política. “Hay que cerrar la grieta entre el ciudadano y la política. No hablamos de política partidaria, sino de política de ciudad. Porque el vecino está cansado, se siente abusado, y se desinteresa”, señaló.

En ese sentido, Barreiro lamentó que decisiones de gran impacto en el paisaje urbano se tomen sin consultar a la comunidad: “La ciudad se está desordenando y se están orillando lugares de los que después no se vuelve. Es tiempo de retomar el diálogo y la participación”.