Cuando la burocracia afloja: la nueva era de los cosméticos importados

El jueves pasado, la ANMAT formalizó la Disposición 3562/2025, que entró en vigencia automáticamente según el Boletín Oficial. A partir de ese momento, la importación de artículos como labiales, cremas, enjuagues y tampones ya no requerirá autorización previa del organismo 

Esta iniciativa forma parte de un plan más amplio de desregulación impulsado por el Gobierno, que busca quitar trabas administrativas y agilizar el flujo de productos, en línea con otras simplificaciones recientes

 ¿Qué cambia para el consumidor?

El impacto es directo: cualquier persona podrá comprar estos productos en el exterior y recibirlos en casa sin declarar nada ante ANMAT, siempre que sea para uso personal y no para vender

Según la cosmetóloga Patricia Fernández, la medida otorga libertad, pero incluye riesgos:

“Puede haber variaciones en calidad… hasta consecuencias graves como alergias o dermatitis… el problema está con imitaciones que no se hacen en laboratorios habilitados” 

La responsabilidad y posibles efectos adversos quedan exclusivamente del lado del usuario.

Un cambio de enfoque: controles post-comercialización

Por su parte, la ANMAT anunció que ahora enfocará sus recursos en vigilar el mercado local, en lugar de fiscalizar cada lote al ingresar al país 

Para empresas e importadores, la Disposición 4033/2025 —vigente desde el 10 de junio— extiende la eliminación de la autorización previa, pero exige un Aviso de Importación dentro de las 48 h via plataforma TAD

Peligros y cuidados a tener en cuenta

Calidad dudosa: productos baratos o sin composición clara pueden ser falsos o tener ingredientes nocivos 

Sin reventa ni lucro: la normativa prohíbe comercializar estos productos importados sin autorización

Etiquetado obligatorio: se recomienda verificar que tengan lote, vencimiento, fabricante y lista de ingredientes, aunque vengan del exterior