El plazo fijo continúa siendo una de las herramientas financieras más elegidas por los ahorristas argentinos que buscan preservar el valor de su dinero sin asumir riesgos elevados. En abril de 2025, la Tasa Nominal Anual (TNA) promedio ronda el 28,5%, aunque varía según la entidad bancaria.

Una simulación de inversión realizada con esta tasa, como la que ofrece el Banco Nación, indica que si se invierten $1.200.000 a 30 días, se obtienen $28.109,59 de intereses, alcanzando un monto final de $1.228.109,59 al vencimiento. La Tasa Efectiva Anual (TEA) correspondiente es del 32,54%.

¿Cuánto rinde un plazo fijo en abril?

El rendimiento puede variar en función de la entidad financiera elegida, pero tomando como referencia la TNA del 28,5%, el cálculo para una colocación a 30 días sería el siguiente:

• Monto invertido: $1.200.000
• Intereses ganados: $28.109,59
• Monto final: $1.228.109,59

Esta modalidad es ideal para quienes priorizan la previsibilidad, ya que desde el momento en que se constituye, se conoce el retorno exacto al cabo del plazo acordado.

Tasas por banco en abril 2025

Según los últimos datos del Banco Central de la República Argentina (BCRA), estas son algunas de las tasas de interés vigentes para plazos fijos a 30 días:

• Banco Nación: 28,5%
• Banco Galicia: 29%
• Banco Macro: 29,5%
• Banco Provincia: 27%
• Banco BBVA: 26,25%
• Banco Credicoop: 28%
• ICBC: 26,5%
• Banco Ciudad: 25%
• Banco BICA y Banco CMF: 30%
• Banco Mariva: 31%
• Banco de Córdoba: 30%

Cómo constituir un plazo fijo

Hoy en día, el trámite puede realizarse en pocos minutos desde el home banking o la app del banco. Solo es necesario acceder a la cuenta personal, seleccionar la opción “Inversiones” o “Plazo Fijo”, ingresar el monto y el plazo deseado (por ejemplo, 30 días), y confirmar la operación. Una vez cumplido el período, el banco acredita el capital más los intereses generados.

¿Qué es un plazo fijo?

Se trata de una modalidad de inversión tradicional, mediante la cual el cliente deposita dinero en el banco por un tiempo determinado, a cambio de una tasa de interés fija. Durante ese período, los fondos permanecen inmovilizados, pero el rendimiento está garantizado desde el primer día, sin importar las fluctuaciones del mercado.