Sancor reactiva la actividad en algunas plantas y apuesta a acuerdos productivos para salir de la crisis
La cooperativa reanudó operaciones en Devoto, Balnearia y avanza con La Carlota. En Sunchales, mantiene convenios industriales y enfrenta tensiones con el gremio Atilra.
Sancor Cooperativas Unidas Limitada comienza a dar señales de recuperación en medio del proceso judicial por el concurso preventivo de acreedores. En las últimas semanas, reanudó la producción en su planta de Devoto (Córdoba) y avanza en la puesta en marcha de La Carlota y Balnearia, con el objetivo de retomar presencia en el mercado sin ceder el control de sus productos.
La planta de Devoto volvió a operar a pleno, con todos sus turnos activos. Allí se produce manteca bajo la marca Tonadita, y también se reactivó la elaboración de Mendicrim y crema, mediante un acuerdo con la empresa Elcor SA.
Nuevas líneas de producción y acuerdos en marcha
En paralelo, Sancor ya realizó pruebas técnicas para comenzar a operar su planta de La Carlota, donde se prevé la fabricación de queso cheddar. También la planta de Balnearia fue reactivada, con producción de quesos de pasta blanda y semidura.
Mientras tanto, en su histórica sede de Sunchales, la cooperativa sostiene dos acuerdos productivos para la elaboración de leche descremada en polvo: uno destinado al mercado interno y otro para exportación hacia Brasil. Estas producciones se realizan utilizando infraestructura propia, pero sin leche de origen propio, dado el volumen limitado que maneja actualmente.
Deudas, energía y tensiones con el gremio
La recuperación operativa se dio en paralelo a la resolución de un conflicto por deuda energética en Devoto. La planta enfrentó cortes programados de energía por falta de pago a la Cooperativa de Electricidad de Devoto, pero se logró un acuerdo de pago para evitar nuevas interrupciones.
A pesar de los avances, la cooperativa mantiene una situación financiera delicada, con sueldos que se abonan en forma fraccionada desde hace más de siete años y una deuda en concurso hasta febrero de 2025. La mejora productiva genera cierto alivio, aunque persisten tensiones internas.
Uno de los focos de conflicto es con Atilra, el gremio lechero, que en plena campaña interna busca garantizar el cobro de deudas sindicales. El sindicato se ampara en un acuerdo firmado en julio de 2024 ante la Secretaría de Trabajo, que establece que debe priorizarse el pago de obligaciones gremiales antes de la facturación. Este compromiso permitió destrabar un bloqueo de diez meses, pero hoy representa un nuevo punto de disputa entre la cooperativa y el sindicato.
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