Absolvieron a Di Benedetto en la “Megaestafa Inmobiliaria 2” por prescripción de los delitos
Un fallo de la Cámara de Apelaciones de Venado Tuerto absolvió a Antonio Di Benedetto, acusado de liderar una megafraude inmobiliario, al declarar prescriptos los delitos entre 2015 y 2018, que superaron el plazo legal de seis años.
Un esquema que parecía imparable
La historia comenzó en 2016, cuando los rumores sobre maniobras turbias en la venta de campos y casas en Venado Tuerto y alrededores tomaron forma de causa judicial. La fiscal Mayra Vuletic impulsó una investigación que sacó a la luz un entramado de apropiaciones, escrituras falsas y operaciones irregulares.
La figura central era Antonio Di Benedetto, un hombre con influencia en el ambiente inmobiliario local. Contra él pesaban 31 acusaciones por estafas —23 de ellas en grado de tentativa— y cinco casos de falsedad ideológica.
El tiempo como aliado inesperado
Pese a la gravedad de las imputaciones, el proceso avanzó lentamente. La imputación formal se concretó recién en 2021, y fue recién en marzo de 2024 cuando se readecuaron los cargos. Para entonces, la defensa ya tenía una estrategia clara: apelar a la prescripción.
Lucio Rossini, abogado de Di Benedetto, argumentó que los hechos denunciados databan como máximo de 2017. Según el Código Penal, si en seis años no hay acusación firme, el delito prescribe. Y eso fue lo que ocurrió. Cuando en mayo de 2024 la fiscalía finalmente presentó el requerimiento formal, el plazo había expirado.
Una firma que cierra la puerta
El juez Tomás Orso, de la Cámara de Apelaciones, no dudó en darle la razón a la defensa. En su fallo, sostuvo que entre los hechos (ocurridos entre 2015 y 2018) y la acusación, transcurrieron más de seis años. Con ese argumento, declaró la prescripción y absolvió a Di Benedetto, anulando así una resolución previa que rechazaba este pedido.
Más preguntas que respuestas
La decisión judicial dejó un sabor amargo. No solo por la liberación de Di Benedetto, sino por lo que representa: una causa de enorme magnitud, que involucraba operaciones por millones de dólares, quedando sin condena por el simple paso del tiempo.
Mientras tanto, en una causa paralela sigue detenido Raúl Jaime, gestor señalado como uno de los engranajes del fraude. Pero para muchos damnificados, la absolución de Di Benedetto ya se siente como una derrota definitiva.
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