“Cobre”, mito artístico, condenado: la caída del muralista santafesino
El muralista santafesino Andrés Iglesias —conocido como "Cobre" o "Niño de Cobre"— fue condenado el 25 de julio de 2025 a siete años y seis meses de prisión por abuso sexual con acceso carnal contra su expareja. El fallo, dictado por el juez Lisandro Aguirre, marca un punto de inflexión en la visibilización de la violencia dentro de parejas.
El juicio que sacudió a la escena local
Desde el martes 1 de julio, la sala 6 de los tribunales de Santa Fe fue escenario de un juicio que mostró otra dimensión del artista conocido por sus murales. La víctima relató con detalle cómo, el 17 de diciembre de 2022, “Cobre” la sometió sexualmente en la vivienda que compartían en Villa California, San José del Rincón, a pesar de que ella se negó expresamente. Tras años de control, celos y violencia emocional, esa madrugada marcó el principio del fin de una relación que fue catalogada por la fiscalía como “sumamente abusiva, desigual y violenta” .
Durante tres días, se sucedieron los testimonios de la denunciante, amigas, ex parejas y profesionales involucrados. Se exhibieron chats, peritajes psicológicos y análisis que sostuvieron la acusación más allá de la palabra de la víctima
Voces tras el estrado y el adiós al reconocimiento
En los alegatos finales, la fiscalía – Luciana Escobar Cello junto a Matías Broggi – pidió 10 años de prisión, mientras que la querella – Jaquelina Bussi y Paula Condrac – solicitó la pena máxima de 15 años . Por su parte, la defensa, encabezada por Ignacio Alfonso Garrone y Sebastián Oroño, reiteró su postura: el hecho “no ocurrió” y pedirán absolución o la pena más baja posible
El fallo llegó el viernes 25 de julio de 2025, con la condena de siete años y seis meses de prisión efectiva para Iglesias. El juez Aguirre reconoció que los testimonios, registros psicológicos y comunicaciones cruzadas aportaron evidencia suficiente para la condena
Aunque se rechazó el pedido de prisión preventiva, el condenado seguirá libre hasta que la sentencia quede firme, pero bajo restricciones como no poder salir del país ni contactar a la víctima
La condena que abre debate
Este veredicto va más allá de una sentencia judicial: reivindica la perspectiva de que dentro de vínculos íntimos también puede existir violencia sexual, incluso cuando hay una relación de pareja. La defensa de la víctima destacó que este fallo podría ser un precedente en la región: “si no hay consentimiento, hay abuso”
Las abogadas querellantes remarcaron lo difícil que resulta para quienes sufren violencia en el ámbito privado lograr justicia. Este caso evidencia que el sistema también puede actuar cuando las pruebas son consistentes y el relato se sustenta en testigos y peritajes sólidos
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