Conducción temeraria y fuga en Santa Fe: un joven casi atropella a un policía y terminó detenido
Un adolescente de 18 años protagonizó una peligrosa huida en moto por el centro de Santa Fe. Escapó de la Policía, irrumpió en una estación de servicio y casi embiste a un agente. La noche terminó con él y su acompañante en la comisaría.
Era domingo por la noche y el centro de Santa Fe estaba tranquilo. Pasaban pocos minutos de las once cuando una moto Honda Wave llamó la atención de los efectivos de la Brigada Motorizada. Circulaba sin patente, sin luces y a toda velocidad por calle Francia, en sentido sur-norte. El conductor, un joven de 18 años, pareció advertir la presencia policial y no dudó: en vez de detenerse, aceleró aún más.
Lo que siguió fue una escena digna de una persecución cinematográfica. El joven zigzagueaba entre las calles, intentando perder a los agentes que lo seguían de cerca. La maniobra temeraria puso en riesgo no solo su vida y la de su acompañante, una chica de 19 años, sino también la de cualquier persona que pudiera cruzarse en su camino.
Una entrada violenta a la estación de servicio
La huida tuvo un punto álgido cuando el motociclista ingresó bruscamente a una estación de servicio YPF. Fue allí donde el peligro se intensificó: en su afán por escapar, el joven forzó la entrada del móvil policial que lo seguía e, incluso, estuvo a punto de atropellar a uno de los efectivos que intentaba interceptarlo.
La situación fue caótica por algunos segundos. El ruido de los motores, la tensión de la persecución y el riesgo inminente crearon un clima de máxima alerta. Finalmente, los policías lograron reducir al conductor y aseguraron la motocicleta, que no contaba con patente visible.
Lo que vino después
Tras la detención, ambos jóvenes fueron trasladados a la Seccional 1ra. Durante la requisa no se hallaron armas ni elementos ilegales, pero sí se secuestró la moto y la llave de encendido. El joven quedó imputado por conducción peligrosa, en el marco del artículo 105 de la Ley 13.774, y por contravención al orden público, según el artículo 10 bis del Código de Convivencia.
Las autoridades recordaron que este tipo de maniobras no solo son ilegales, sino también extremadamente peligrosas. El hecho de que no haya heridos es casi un milagro, y la causa seguirá su curso judicial.
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