Nuevo giro en el caso Madeleine McCann: pruebas clave incriminan aún más a Christian Brueckner
La investigación por la desaparición de Madeleine McCann en 2007 dio un nuevo giro tras el hallazgo de una carta manuscrita y un disco duro que refuerzan la hipótesis contra Christian Brueckner, el único sospechoso formal en el caso. Las pruebas podrían ser clave para avanzar en la resolución del enigmático crimen.
Una carta manuscrita atribuida a Christian Brueckner y un disco duro con material inquietante reactivaron la investigación por la desaparición de Madeleine McCann, la niña británica de tres años desaparecida en Praia da Luz, Portugal, en mayo de 2007. La carta fue encontrada recientemente y contiene referencias en tono burlón hacia los esfuerzos de la policía alemana para incriminarlo. En ella, Brueckner desafía abiertamente: “¿Hay algún rastro de ella en mi vehículo? ¿Algún otro rastro de ella en mi posesión? ¿Fotos? ¿Hay un cuerpo? No, no, no”.
Además, las autoridades encontraron un disco duro de 80 GB escondido en una propiedad vinculada al sospechoso, que contenía imágenes de niños en traje de baño, juguetes infantiles, textos sobre secuestros y una contraseña que permitió desbloquear una computadora portátil con datos clave sobre sus movimientos.
Relatos oscuros y nuevas líneas de investigación
La información recuperada sugiere que Brueckner estuvo en la zona del embalse de Arade, uno de los lugares más intensamente buscados en los últimos años. En conversaciones con conocidos, el sospechoso habría confesado detalles como que “ella no gritó” al referirse a Madeleine, y expresó su deseo de “capturar algo pequeño y utilizarlo durante días”, frases que incrementan el horror y refuerzan la sospecha de una conexión directa con la desaparición.
El profesor Robert Green, de la Universidad de Kent, afirmó que los hallazgos “sugieren un patrón de conducta delictiva que debe ser examinado a fondo”, dejando abierta la posibilidad de que existan otras víctimas.
Presencia clave y pruebas geolocalizadas
Brueckner vivió en la región de Praia da Luz entre 2000 y 2017, y su domicilio se encontraba a solo 1,6 kilómetros del Ocean Club, donde Madeleine fue vista por última vez. Un dato crucial revelado tiempo después indica que su teléfono móvil recibió una llamada cerca del complejo turístico justo una hora antes de que se denunciara la desaparición.
Las nuevas pruebas también han permitido reconstruir su presencia en la zona y su cercanía a los sitios de búsqueda, agregando consistencia a las hipótesis que lo ubican como responsable.
Comentarios
Para comentar, debés estar registrado
Por favor, iniciá sesión