La sunchalense Daiana Mendoza sufrió la pérdida de su vivienda y su fuente de trabajo tras la explosión de una garrafa en el complejo donde residía. La tragedia afectó severamente su departamento y su taller de costura, dejándola en una situación de vulnerabilidad junto a su hija de cuatro años.

"Era un complejo de cuatro departamentos. Los que salimos perjudicados fuimos Alejandro (su vecino) y yo. Cuando explotó la garrafa, se cayó gran parte de la pared y el departamento quedó inhabitable" relató a Radio Rafaela.

Una explosión que arrasó con su fuente de trabajo

La vecina de Sunchales explicó que su mayor pérdida fue su taller de costura, ya que es diseñadora de indumentaria y modista. "Además de ser nuestra vivienda, era mi fuente de trabajo, mi ingreso. La pared se derrumbó sobre mi taller. Perdí todas mis máquinas y muchos trabajos que me habían encargado esos días", lamentó.

Para intentar recuperar algo de su equipo, llevó sus máquinas a Rafaela en busca de una solución. "Recién se acaban de llevar las máquinas a Rafaela, para ver si aunque sea tienen solución, repuesto o uso" explicó.

Sin embargo, la situación es crítica, ya que aún no ha podido recuperar nada de su taller. "No puedo ingresar porque hay peligro de derrumbe. Hasta que no habiliten el acceso, no puedo recuperar nada de lo que quedó bajo los escombros", señaló.

"Nos salvamos de milagro"

El momento de la explosión fue aún más impactante, ya que Daiana y su hija Margarita, de cuatro años, estaban dentro del departamento durmiendo. "La verdad es que no escuchamos la explosión porque ya estábamos un poco intoxicadas por el monóxido de carbono. Me desperté cuando empecé a sentir que algo me caía en la cabeza, que era el techo. Y ahí empecé a escuchar los pedidos de auxilio de Ale, mi vecino. Ahí empezó todo el caos", recordó.

Sobre el estado de su vecino, Alejandro, comentó que su situación es delicada. "Ale se encuentra en Santa Fe. No puedo decir mucho, creo que está mal, que está grave, luchando el día a día", expresó con preocupación.

Una comunidad que se moviliza para ayudarla

Ante la difícil situación, la comunidad de Sunchales se organizó para brindarle apoyo. "Las mamás del jardín de mi nena y muchas familias propusieron realizar una venta de milanesas para recaudar fondos. Un kilo de milanesas de pollo cuesta $7.500, y con lo que queda de ganancia quiero volver a empezar, conseguir un espacio donde vivir y pagar los daños de las máquinas y los insumos que perdí", explicó.

"La verdad es que estoy muy sorprendida y agradecida con Sunchales y con la zona. Nunca creí que me iba a pasar algo así y que tanta gente me daría una mano. Eso, la verdad, sana un poquito el corazón", expresó emocionada.

Actualmente, Daiana y su hija están viviendo en la casa de sus padres, a la espera de encontrar un nuevo hogar. Todo aquel que desee colaborar se puede comunicar con Daiana al 3493 443462. O bien con ayuda económica al alias mipedacito.decielo, a nombre de Daiana Milagros Mendoza