¿Te sobran limones? Conocé el truco casero con el cítrico y azúcar que vale la pena probar
Una técnica casera que transforma las cáscaras de limón en un recurso versátil y sabroso: ideal para aromatizar preparaciones, endulzar bebidas o conservar de forma natural. Una propuesta sustentable que suma sabor y evita el desperdicio.
En la cocina diaria, los restos de frutas como las cáscaras de limón suelen desecharse sin considerar sus múltiples posibilidades. Sin embargo, existe una manera sencilla, natural y muy eficaz de conservarlas: guardarlas en un frasco con azúcar.
Esta práctica no solo evita el desperdicio de un alimento rico en aceites esenciales, sino que además produce un preparado aromático, útil en recetas dulces, infusiones y hasta para el cuidado del hogar.
El azúcar actúa como conservante natural: extrae y fija los compuestos del limón, generando un almíbar espeso y fragante. Así, lo que normalmente se tira, se transforma en un recurso versátil, casero y saludable.

Cómo preparar el frasco paso a paso
Esta receta no requiere cocción ni ingredientes adicionales, y puede durar varios meses si se almacena adecuadamente. Para hacerlo correctamente:
- Utilizá limones orgánicos o sin tratar químicamente, ya que las cáscaras serán consumidas.
- Pelá los limones con cuidado, evitando la parte blanca (albedo), que puede ser amarga.
- Colocá las cáscaras en un frasco limpio y seco, intercalando capas con azúcar blanca o rubia.
- Asegurate de cubrir completamente las cáscaras con azúcar, para evitar la formación de hongos.
- Tapá y guardá el frasco en un lugar fresco o en la heladera. En 2 o 3 semanas, el contenido estará listo.
Durante los primeros días, el azúcar irá absorbiendo el jugo y aceites esenciales del limón. Podés agitar el frasco suavemente cada tanto para que el líquido se distribuya bien.

¿Para qué sirve este preparado?
Una vez lista, esta mezcla ofrece una gran variedad de aplicaciones prácticas. Entre ellas:
- Endulzar y aromatizar infusiones como té o mate.
- Agregar a yogures, budines, bizcochuelos o galletitas.
- Reemplazar extracto de limón en postres.
- Usar el almíbar para cócteles o limonadas.
- Aliviar molestias digestivas y dolores de garganta, si se diluye una cucharadita en agua caliente.
- Aportar antioxidantes y vitamina C a bebidas naturales.
- Limpieza ecológica
- Utilizar el líquido para desengrasar superficies de cocina.
- Aromatizar ambientes con un perfume cítrico, fresco y natural.
Revista Nosotros El Litoral
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