Tu melena también sabe cuántos años tenés: guía antiedad para un cabello fuerte
El paso del tiempo no solo deja huellas en la piel: el cabello también se vuelve más fino, seco y frágil. Te contamos por qué sucede, cuáles son los síntomas y, sobre todo, cómo cuidarlo con productos, hábitos y aliados naturales.
Con el paso de los años, perdemos densidad, elasticidad, brillo y velocidad de crecimiento. Esto no solo es efecto de la edad: el estrés, la exposición al sol, el calor de secadores o planchitas, la contaminación, procesos hormonales y la caída de aceites naturales también desgastan la fibra capilar incluso antes de los 40 años
Señales de alerta: más que canas
Menos volumen y brillo: el cabello se vuelve fino, quebradizo y opaco.
Textura alterada: un pelo liso puede ganar ondas por fragilidad.
Cuero cabelludo sensible: sequedad, descamación e irritación son comunes
Estos síntomas no son irreversibles: con buenos hábitos y productos específicos, se puede frenar el desgaste.
Estrategias clave para revitalizar
1. Los productos como base
Elige shampoo y acondicionador nutritivos, sin sulfatos, con ingredientes como aceites vegetales, colágeno, queratina o ácido hialurónico Además, los tratamientos intensivos —como sérum, ampollas o tónicos— con antioxidantes, vitaminas y minerales pueden mejorar textura y brillo.
2. Protege del calor y el sol
Usá protectores térmicos antes del secado o alisar. Cubrí la cabeza del sol y evitá químicos agresivos como el amoníaco
3. Masajea y alimentá
Un ligero masaje estimula la circulación y favorece el crecimiento. Sumá a tu dieta hierro, zinc, proteína, vitamina E y omega-3 —presentes en pescados, huevos, frutos secos, espinacas y legumbres— para nutrir el cabello desde adentro
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